Volver a ti,
soltar la mente,
acallarla,
todo cambia cuando se silencia el ruido de nuestra mente y vuelves a sentir,
no importa el sentimiento que te invada,
la certeza de estar en realidad nos da la fuerza de enfrentar.
Ese momento en que deja de parlotear, afloja su omnipresencia,
como al bajar de una montaña los oídos se despejan, clack.
Y al mismo tiempo tu cuerpo reconoce,,
baja el ritmo, vuelves a ser consciente del aire que entra en tus pulmones.
Y ahora eres capaz de percibir otros sonidos,
el de tu cuerpo que te chillaba en cada tensión,
las oleadas de sentimiento que recuperan su espacio natural,
y sigues aflojando, con cada reajuste viene una des-aceleración,
y te re-encuentras con tu yo más profundo, más real, más auténtico,
esté como esté, no hay espacio para el juicio, solo puedes ser,
pura magia alquímica, es el primer paso de vuelta a casa.
Disfruta del viaje